lunes, 16 de enero de 2017

Isla de Java. Desde el Bromo al Kawah Ljien.

O desde Borneo hasta el sur de la isla de Java, podríamos decir. A ver, recapitulemos un poco.
De momento, a pesar de que ya ha pasado más de un año y medio de nuestro primer viaje a Indonesia, poco tiempo o más bien ninguno hemos tenido de colgar las bonitas fotografías que nos trajimos de allá, solamente hemos podido colgar algún vídeo en este apartado de nuestro blog dedicado a Indonesia, ojalá podamos remediarlo en breve.

Estos viajes a Indonesia, los realicé solo. Consideramos que nuestra hija aún era muy pequeña para acompañarnos a las zonas selváticas que yo quería conocer y decidimos que después de un viajito en familia por España (ese primer año lo hicimos por Asturias) y después de cumplir un compromiso laboral en Madrid, en lugar de volver todos juntos a casa, nos dividiríamos y yo directamente volaría hasta Indonesia.

Comencé este primer viaje con la llegada a Jakarta, con alguna anécdota graciosa a la salida del aeropuerto con los taxistas y poco más. Jakarta sólo la utilicé para llegar y salir del país, en parte porque nos habían hablado bastante mal del lugar y en parte porque tenía claro que el objetivo fundamental del viaje era alcanzar Borneo para conocer a los orangutanes del parque nacional Tanjung Puting. Así que después de la llegada al aeropuerto, destrozado por los dos vuelos de más de 8 horas cada uno, más el tiempo de tránsito en Doha, (unas 19 horas en total desde Madrid), tocó la discusión típica con los taxistas para llegar hasta el hotel que había reservado con el teléfono dos o tres noches antes desde Asturias.

Al día siguiente temprano volé hasta Pangkalan Bun sin saber cómo hacer y a la salida del pequeño aeropuerto hablé con los taxistas. Uno de ellos me llevó a hacer los trámites con la policía y pagar los permisos pertinentes y después me trasladó hasta el pueblo ribereño de Kumai, donde tenía un supuesto primo que se dedicaba a alquilar los famosos Klotoks con los que surcar río arriba el río Sekonyer en busca del "Pueblo del Bosque".
Tengo unas cuantas anécdotas y prometo dar más detalles de toda aquella evocadora experiencia cuando me centre en las fotografías del lugar, de momento espero que queden conformes con el vídeo que les dejado ya en este mismo blog, "El Pueblo del Bosque".

Al terminar aquella aventura en el sur de Borneo, tomé un vuelo hasta Surabaya, de igual manera, sin saber qué hacer a la llegada. En el mismo aeropuerto, en un punto de información, me indicaron cómo debería hacer para llegar en transporte público hasta la población de Probolinggo, en donde tendría que orientarme para alcanzar el monte Bromo. Hoy en día aún me pregunto cómo fue que me resultó todo tan sencillo, aunque he de reconocer el esfuerzo que ponía a cada paso mio, la encantadora población local con la que me tropezaba para ayudarme. Al mismo tiempo que resolví como llegar a Cemoro Lawang, una pequeña población de montaña a los pies el cráter, enlacé para llegar hasta el otro volcán, el Kwah Ljien, a una agotadora jornada de microbús de distancia, archiconocido por sus lugareños, que se dejan literalmente la vida ascendiendo y descendiendo a sus entrañas para extraer el azufre que emana envuelto en tremendas nubes de gases tóxicos.

De todo esto, ampliaremos la historia y añadiremos fotografías un poco más adelante, de momento, les dejamos el vídeo de esta parte del viaje. ¡Un saludo, mis viajeros!

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